Esta perrita pastorea ovejas y cabras en su casa de Laredo.
El primer día les robaba trozos de pan para enterrarlos y comerlos al día siguiente. El segundo día, no se sentaba hasta ver que todas las cabras y ovejas estaban ya en su lugar. Hoy, a las tres semanas de estar en su casa, vieron que no había dormido a cubierto, en su sitio de siempre, y al ver qué había pasado se encontraron con la sorpresa de que una de las ovejas había parido por la noche y estaba la perrita al lado del corderito.
Enternecedora y muy grata sorpresa para sus dueños y para nosotros, claro, que estamos entusiasmados de ver la alegría que comparten nuestros perros al lado de sus dueños y la maravilla de saber que demuestran tan bien y practican su comportamiento natural.